Qué es el Evangelio
El mensaje del Evangelio: El amor y la salvación de Dios
El Evangelio es la buena noticia de que Dios nos ama y ha abierto un camino para que tengamos una relación restaurada con Él a través de Jesucristo.
1. Dios Te Ama
Todos hemos pecado, y el pecado nos separa de un Dios santo y perfecto. El resultado del pecado es la muerte espiritual.
“Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).
“Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Romanos 6:23).
3. Jesús es el Camino a la Salvación
La salvación es un regalo gratuito de Dios. Somos salvos por gracia mediante la fe en Jesús, no por nuestras propias obras. Si crees en él y lo aceptas como tu Salvador, tendrás vida eterna.
“Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9).
5. Una nueva vida en Cristo
“Querido Dios, sé que soy pecador y necesito tu perdón. Creo que Jesucristo murió por mis pecados y resucitó. Lo acepto como mi Señor y Salvador. Por favor, entra en mi vida, guíame y ayúdame a vivir para ti. Gracias por tu amor y gracia. En el nombre de Jesús, amén”.
Si hiciste esta oración, ¡bienvenido a la familia de Dios! Nos encantaría conectar contigo y ayudarte a crecer en tu fe. ¡Contáctanos para saber qué hacer a continuación!
Dios te creó con un propósito y te ama profundamente. Desea una relación personal contigo.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
2. El pecado nos separa de Dios
Por su gran amor, Dios envió a Jesucristo a morir en la cruz como sacrificio por nuestros pecados. Mediante su muerte y resurrección, podemos ser perdonados y tener vida eterna.
“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).
4. Recibe a Jesús como tu Salvador
Cuando aceptas a Jesús, te conviertes en una nueva creación, y Dios te da su Espíritu para guiarte y transformarte.
“Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación: ¡lo viejo pasó, he aquí lo nuevo!” (2 Corintios 5:17).